31.5.12

"La última sesión de Freud"

Amigos: estoy volviendo. Comparto con uds una pieza excepcional. Sólo transcribo un comentario que mejor logra expresarme en estos momentos de "economía" intelectual y expresiva.
Un grande abrazo de Charly.
"La última sesión de Freud", una pieza valiosa con dos grandes actores
Un diálogo que nunca existió
03.02.2012 |
Por Isabel Croce
Ficha técnica:
"La última sesión de Freud", de Mark St.Germain. Dirección y adaptación: Daniel Veronese. Escenografía: Diego Siliano. Vestuario: Laura Singh. Iluminación: Marcelo Cuervo. Actores: Jorge Suárez y Luis Machín. Multiteatro.

La idea de enfrentamientos de personajes que nunca se encontraron en la realidad es una licencia bastante aceptada en la literatura y muchas veces va acompañada de éxito.
El escritor y guionista norteamericano Mark St.Germain se vale de este planteo para armar con Freud y el escritor irlandés C. S. Lewis, un encuentro singular.
En el escritorio del padre del psicoanálisis en Londres, un vital hombre de ochenta y tres años, recibe una visita del profesor C.S.Lewis. Mientras Freud está aquejado de una cruel enfermedad, su joven invitado (poco más de cuarenta años) viene
acompañado por la fe, esa que le armoniza el rostro y la vida.
PASADO TRAGICO
Freud escucha la radio transmitiendo el caos de la situación en Inglaterra, que ha entrado en la Segunda Guerra Mundial, precipitada por el ataque alemán a Polonia. Freud es un individuo torturado por un pasado de persecución y exilio al que se suma la enfermedad que lo acompaña desde años atrás. El irlandés Clive Staples Lewis, por el contrario, es un joven profesor recientemente reconvertido al cristianismo, querido por sus actuaciones radiales y con un promisorio futuro literario.
La obra plantea el diálogo que se produce entre un ateo y un cristiano, entre un escéptico racionalista y un creyente en la magia de la palabra, la locura de la ficción y la serenidad de la fe.
¿Qué es lo que atrae verdaderamente en esta obra? Porque nadie piense que va a oir sesudos comentarios germánicos enfrentados a transparentes reflexiones gaélicas, teñidas de misticismo cristiano. La clave está en varios puntos, la diversidad y el gran dominio de la técnica dramática que tiene su autor Mark St.Germain. Y si a esto se suma la importancia de los personajes, la notable interpretación de los actores y un director como Daniel Veronese, el efecto es completo.
ENTRE AMIGOS
St. Germain es un animal de teatro, pero también un conocedor del guión cinematográfico, del documental y los musicales. Con una pronunciada fluidez narrativa enfrenta a un agnóstico como Freud y a un cristiano como Lewis, con la frescura de una conversación de amigos y el aporte invalorable del humor.
Anécdotas de la vida de ambos personajes, un diálogo que muestra al psicoanalista como en guardia para preservar su racionalismo y cordura, chistes que matizan el encuentro van formando una relación que, de haber existido, exhibía todas las tendencias para profundizarse.
Pero así como hacemos hincapié en la acertada técnica de un autor, no puede obviarse el momento donde la técnica deja paso a la magia del teatro y la fuerza de la emoción. Y hay un instante, casi al final, en que el drama estalla y con el desencadenamiento del dolor se rompe cualquier lazo que hasta el momento separaba a los personajes.
Obra impecablemente construída, con una escenografía de estilo europeo hasta en los más mínimos detalles, permite el lucimiento de dos actores inolvidables Jorge Suárez y Luis Machín.