8.8.11

UN HOMBRE JUSTO (I)

Por
Noemí Pedrerol

(Tesis de la licenciatura de teatro de la UNC- Co- producción con Documenta/Escénicas)

Yo me pregunto por el hombre justo… ¿Será Calígula  con su lógica absurda? ¿Será Quereas que logra matar al emperador cruel? ¿ Será el hombre justo aquél que  imaginamos al reflexionar sobre la obra?
En fin, es una pieza que provoca dolorosas consideraciones y plantea al espectador en las eternas dudas existenciales:
El sufrimiento. “ Se sufre porque nada dura”, dice Calígula que ha perdido a su hermana Drusila con la que mantenía una relación incestuosa.   Este hecho lo
transforma en un hombre cruel, que no soporta la realidad y entonces pide lo imposible, la luna.
La muerte que trae el vacío. ¿Quién es el hombre?  ¿Tiene sentido su vida? ( Y Calígula-en su lógica  de l sin razón- reniega hasta de los  literatos que pretenden dar sentido a todo)
El poder sin límites, dueño de las vidas de  todos los hombres y lo que conlleva ,  insensibilidad y  desprecio.
El dinero que, sin escrúpulos, Calígula planea robar a los ricos.
Me gustó mucho la puesta y cómo se armó la estructura. 
La presunción de lo que veríamos surgía desde el momento en que se entraba a la sala porque los actores esperaban al público rodeando a ese Calígula perdido durante tres díasEl primer acto ya da el tono trágico de la pieza, por eso sorprende el acierto de la farsa y la ironía del segundo acto. El público ni se atrevía a reír de algunas situaciones que pudieron provocar  hilaridad; era lo que estaba detrás de lo farsesco lo que prevalecía: la crueldad de las decisiones de un tirano.
Adecuada la incursión en el texto de A. Camus.  
El vestuario gustó porque acercaba a la dirección de la puesta. También la música fue sorprendente y provocadora.
El nivel de actuación no fue parejo pero, muy digno. Me hubiera gustado que el personaje de Quereas recibiera un tratamiento más exhaustivo.  Los actores han trabajado mucho el cuerpo, sus movimientos y su expresión.  Hay tarea, dedicación plena.
Es una obra muy recomendable, para terminarla en una grata charla de amigos “sin máscara”, como dice Calígula.