2.8.10

La chatita empantanada

En medio de una escena despojada, con engañosas sendas trazadas en el piso, dos personajes -hombre y mujer maduros- escuchan, atentos, la primorosa descripción que hace de la chatita -su último bien- Lino, fletero rural. Pero la chatita no aparece nunca. Yace, atascada, en algún punto de la pampa infinita.
 En realidad el EQUIPO TEATRO LLANURA de Santa Fe, a través de la dramaturgia y dirección de SANDRA FRANZEN, se vale de esta metáfora para presentar tres vidas empantanadas, es decir, amarradas a un espacio, más que físico, metafísico. El motivo del viaje ha puesto en movimiento a estos tres seres en procura de una utopía: Llegar a Colonia Soldano, un pueblo que puede estar en cualquier parte, porque los sueños no tienen lugar fijo.
Don Biblo, bibliotecario y conferencista regional (JORGE RICCI), María Calandria, enamoradiza maquilladora recibida por correspondencia (TERESA ISTILLARTE) y el mencionado Lino (EDUARDO FESSIA) son unos solitarios que han sido tocados por el arte de la conversación. Se valen de diferentes registros verbales y expresivos para develar aspectos de sus sencillas y patéticas vidas y mostrarnos que la soledad de a tres, puede ser menos dura. El tema eje de la pieza es el tiempo y sus inclemencias. Tiempo que envejece, roba lozanía, nubla la vista y aproxima el fin; pero, además, es el artífice de la renovación de los sueños.
Hemos vuelto a encontrar en esta obra los rasgos que caracterizan "al LLanura": Esa suma de humor, lirismo, algo de absurdo y un cierto aire grotesco. Y, cuando los actores, al final, nos dan la espalda, para reiniciar -juntos- la marcha hacia ¿dónde?, nos damos cuenta de que, gracias a todo ese talento desplegado, hemos podido ser felices, por un momento, a bordo de una chatita empantanada.



Yolanda Beguier, espectadora.

La obra se presentó en DOCUMENTA /ESCÉNICAS, Córdoba, en única función el 29 de julio de 2010.

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