5.3.12

En Darwin la Historia te alcanza...(y sacude)

Recopilado por Charly :
nuestra Malicha aporta su orgullo bien merecido, nos hizo llegar noticias del blog donde Martín Ezpeleta cuenta con una notable calidez y sobriedad su experiencia en Malvinas.
Ezpeleta en las Islas Malvinas (clikeá y emocionate)

"Pero en Darwin la historia abandona los libros.
Te encara descaradamente, se te pone en frente y te agarra
con las defensas intelectuales bajas.
Y ahi, frente a los soldados muertos y por primera vez,
lloré por las Malvinas."


Cuando el camino finalmente se desvía hay
un cartel que dice que no se puede seguir
en camioneta.
Me pongo la campera, agarro mi mate y salgo.
En las Malvinas el viento es un niño caprichoso,
nunca nadie le ha puesto límites. Ni un arbusto
que lo agarre de los brazos y lo haga tranquilizar.
Torpe y prepotente y alentado por su libertad te
saca literalmente lágrimas.
El camino asciende levemente y ahí, en el medio
de la nada, rodeade de una aridez absolut y
envuelto en un frio crudo, está:
el cementerio argentino en Darwin.
Tantas cruces. Cientos de cruces.
En fila, como soldados marchando
con sus uniformes blancos.
Déjenme detenerme acá un segundo.
Quiero explicarles quién soy. Es necesario como cronista
blanquear su sombra, decir desde dónde se escribe.
Las palabras, a diferencia del cementerio en Darwin,
nunca surgen de la nada.
Cuando fue la Guerra de las Malvinas yo tenía
siete anos y vivía en Suecia. No supe nada.
A mi la guerra me la contaron, de grande y de lejos.
No le había escrito cartas a los soldados, no les había
comprado chocolates ni me había ilusionado en las plazas.
Y no quiero mentirles: nunca me movilizó demasiado.
Ultimamente y ante este viaje, me he empapado con el tema;
lo he pensado, discutido y tratado de comprender.
He visto documentales, he leído libros y documentos.
Pero siempre con cierta distancia emocional.
Pero en Darwin la historia abandona los libros.
Te encara descaradamente, se te pone en frente y te agarra
con las defensas intelectuales bajas.
Y ahi, frente a los soldados muertos y por primera vez,
lloré por las Malvinas.