15.11.11

AL RESCATE DE LAS LUNAS DEL TEATRO

Por Yolanda Beguier


Como en la ESCUELA DE ESPECTADORES tratamos, entre otros temas, el teatro de Córdoba, me dieron ganas de volver a leer LAS LUNAS DEL TEATRO. Sus autores: VÍCTOR MOLL y JORGE PINUS son dos conocidos teatristas creadores del GRUPO TRASHUMANTE  y del TEATRO EXPERIMENTAL DE CÓRDOBA. Incursionaron, también, en el Café Concert. MÓNICA FLORES es catedrática universitaria, especialista en Historia. Además, es la hija de nuestra compañera NORA DAVIGLUS. Intenté hacer una síntesis del contenido. Si hay tiempo y ganas se puede leer.



  LAS LUNAS DEL TEATRO- Los Hacedores del Teatro Independiente Cordobés (1950-1990),  VÍCTOR MOLL, JORGE PINUS, MÓNICA FLORES (Córdoba, 1996, Ediciones del Boulevard,  prólogo de BEATRIZ MOLINARI) . Se trata de un intento de sistematizar la actividad teatral cordobesa independiente, y, a través de la metáfora de las lunas, referirse a   los períodos de fertilidad de dicha actividad artística en el ámbito
capitalino. Está dividido en cuatro partes, que corresponde a otras tantas décadas, y consiste en entrevistas a los hacedores –actores, directores, técnicos- para reflejar ese mundo bullente, polifacético y controvertido que permitió de  alguna manera hablar del “nuevo teatro cordobés”.

La década del ’50 marca el inicio del fenómeno y bajo el título de connotación mítica LA LUNA SURGE DEL AGUA, se presentan las figuras de los “maestros” –sobre todo mujeres- en torno a los cuales surge el primer Seminario y el primer elenco independiente. Es la época, además, del auge del radioteatro, una de las formas populares más exitosas. Y dentro de este panorama se incluye, como excepción, a la COMEDIA CORDOBESA de carácter oficial y a AZUCENA CARMONA como figura preeminente.

A la década del ’60 se le concede lustre y esplendor. Son las LUNAS DE ORO SOBRE LA CIUDAD. Presencia de muchas mujeres, también. Actrices y directoras encargadas de consolidar los logros, abriéndose a las estéticas europeas y a la influencia de la Universidad, a través del TEUC (Teatro Estable de la Universidad de Córdoba) o del TEATRO DEL ATENEO UNIVERSITARIO. Un amplio espacio se le dedica a EL JUGLAR, uno de los más importantes grupos, y a su director CARLOS GIMÉNEZ que diserta sobre su intensa trayectoria artística, su estética y la particularidad de un estilo inconfundible.

AGITADORES DE LA LUNA se llama el capítulo dedicado a la década del ’70. Acertado título que sintetiza toda la efervescencia, contrastes, búsquedas, que se suscitan en el intenso panorama del teatro cordobés, abierto, por otra parte, a la influencia foránea. Dos grupos emblemáticos LA CHISPA  y el LIBRE TEATRO LIBRE, propulsor de la creación colectiva, definen el perfil político y de compromiso con la realidad social, reflejo, por otra parte, de las profundas transformaciones que se gestaban en todos los órdenes. De este período es también, la aparición del CAFÉ CONCERT como fenómeno que ya gozaba de popularidad en Buenos Aires y que a través del humor “urticante” y hasta “agresivo” se interpelaba al público y se permitían decir cosas que “en su momento no se atrevía a decir nadie”. Se cede espacio, como había ocurrido en la década anterior, a la figura del crítico teatral que, a través de los principales medios periodísticos de la época, ejercía una actividad valorativa y de permanente estímulo.

Cuando en el prólogo se alude a la etapa siguiente se habla del “eclipse de los `80”. Efectivamente, muchas voces fueron acalladas.  LAS LUNAS QUE VOLVIERON DEL SILENCIO se titula esta última parte. Es momento de poblar el desierto, después del luctuoso episodio de la dictadura militar . Surgen  las personalidades en torno a las cuales se nuclean grupos que van a tener larga trayectoria y, algunos, persistencia hasta la actualidad (LA LUNA, LA COCHERA). Se concretan ambiciosos proyectos que apuestan a la espectacularidad y variedad del producto artístico (SUED, BRAMBILLA, FERRARI). Tienen su espacio también los escenógrafos. A través del testimonio de RAFAEL REYEROS –de proficua y aún vigente trayectoria- se traza un preciso panorama de la evolución de la escenografía desde los años sesenta. Se cierra la obra con la NÓMINA DE ELENCOS que nos da una idea de todo el caudal que animó el proceso creativo del teatro independiente cordobés.

LAS LUNAS DEL TEATRO es un libro de historia(s) teatral(es) del siglo pasado. No hay que olvidar, sin embargo, que algunos de aquellos hacedores continúan en actividad, insertos en  la bullente quehacer teatral de la Córdoba actual.

Dice al poeta RAÚL ARÁOZ ANZOÉTEGUI: No cambies, nunca, el ayer / por el hoy. / Deja el ayer, en su sitio, / bien como está. / (No le quites tampoco, la piel del recuerdo).

Yolanda Beguier.