23.11.11

DE CARAVANA

Yolanda Beguier, espectadora.


No tomo fernet con coca. No escucho cuartetos. La MONA GIMÉNEZ siempre me interesó como fenómeno social que ha alcanzado prestigio y es motivo de estudios en los ámbitos académicos. Nunca fui a ninguno de sus espectáculos. Pero sí, elegí ver DE CARAVANA, la opera prima del sanjuanino ROSENDO RUIZ, que se anuncia como una comedia/thriller donde se planea el secuestro del famoso cantante. A eso le sumo el hecho de que viene aureolada con el calificativo de "muy cordobesa" y quise dar mi voto de confianza a una producción artística de ésta, mi provincia por adopción. Sepan disculpar queridos lectores,  el tono personal que subrayan estas líneas. Si quisiera adjetivar este filme que recibió críticas muy laudatorias, incluso en circuitos bonaerenses, diría que es entretenido (como un buen  unitario televisivo).  Te lleva de las narices por la noche
cordobesa y por distintos barrios donde se puede verificar lo que más destaco en esta película costumbrista: la curiosidad, la tentación de todo habitante de ciudad por incursionar en los ambientes  que no son los propios. Gracias a la ágil cámara del joven director, podemos fisgonear en la noche cuartetera, con sus códigos de identificación y pertenencia; enterarnos de cómo corre la droga y el alcohol, cómo se practica sexo en cualquier descampado y percibir los contrates con "la otra vida", la de los "country", o los boliches de los barrios "chetos", frecuentados por los "petiteros"( como decíamos en mi época). Una cierta idealización en el tratamiento de personajes y situaciones, hace que se atenúen los ribetes sórdidos que uno podría suponer en estos ambientes "non sanctos" donde impera el delito y la violencia. Quedamos muy admirados por la resistencia física del protagonista, JUAN CRUZ (FRANCISCO COLJA), el fotógrafo entrometido que se "encamota" con la sensual SARA (YOHANNA PEREYRA), fanática del astro cordobés, y que resulta vapuleado en varias oportunidades, víctima de un novio celoso.Luce sólo algún ojito morado, como único vestigio ,que un final feliz disimula. Para ver la faz oscura del submundo del cuarteto y la bailanta, habrá que esperar otro filme.
    DE CARAVANA resulta una cinta tonificante. (Como el fernet, que nos daban, cuando éramos chicos, contra el dolor de estómago. Pero sin coca).