16.7.10

Una palabra difícil

En 1952 Samuel Beckett publicó ESPERANDO A GODOT, la obra que, a través del despojamiento, intenta mostrar la intemperie a que ha sido arrojada la humanidad. Se trata de un texto para ser escuchado con mucha atención
porque las palabras han perdido su valor comunicacional y abundan la PAUSA y el SILENCIO. Nos vino muy bien en la ESCUELA DE ESPECTADORES la aclaración de estos términos: Para LUCIANO DELPRATO, en los textos teatrales la PAUSA es el silencio que convoca; por el contrario, el SILENCIO es el abismo, es lo que separa. Suele ocurrir que frente a estas palabras se puede correr el riesgo de entrar en pánico, por parte de lectores, directores o actores: una suerte de "horror vacui" que se pretende llenar de cualquier modo. A propósito: el teatrista cordobés JOSÉ LUIS ARCE en una de sus intervenciones en el FORO del CELCIT, afirma que muchas veces se trata de llenar con palabras la PAUSA o el SILENCIO apuntados por el dramaturgo y entonces aparecen en boca del actor la sanata ,"arte de vomitar palabras sin decir nada", o el chamuyo, "que suele saturar la frase con la promesa de un sentido imposible de cumplir". Para contrarrestar esta tendencia a crear palabras para cubrir el miedo a la no-palabra, Don Arce recurre a una figura retórica: APOSIOPESIS que define como "el arte de decir sin decir". Corro al DICCIONARIO DE TÉRMINOS FILOLÓGICOS de FERNANDO LÁZARO CARRETER y leo:

Aposiopesis. Interrupción brusca del discurso con un silencio "porque es tal lo que se había de decir que cualquiera lo entiende; o por no decir cosas indignas; o porque parece al que habla que ya se desvía demasiadamente del asunto; o porque sobreviene otra persona; lo cual suelen practicar los cómicos y los trágicos y los dialoguistas" (Mayáns)(pág.53)

Algo más que vamos aprendiendo. En teatro el silencio habla. Y cómo.
Y.B.

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