28.9.11

Rumor...

Por
Yolanda Beguier, espectadora

Estamos frente a un Evento o Acontecimiento teatral, que, al decir de PATRICE PAVIS es "La representación teatral considerada, no en el aspecto ficcional de su fábula, sino en su realidad de práctica artística que comporta un intercambio entre actor y espectador."
Cuatro jóvenes directoras cordobesas - EUGENIA HADANDONIOU, DANIELA MARTÍN, MARÍA PALACIOS y JAZMÍN SEQUEIRA- toman como pretexto el texto de YERMA de Federico García Lorca, eligen un espacio, una casa de dos plantas con terraza del Bº Alta Córdoba, y dan cauce a un proyecto que se llamó "Secos. Variaciones sobre Yerma" y que dio como producto final...:


"RUMOR-Hay cosas encerradas detrás de los muros que no pueden cambiar porque nadie las oye." Para los espectadores, consistió en una especie de visita guiada, previa formación en cuatro grupos en la vereda.
Cuando atravesamos la puerta de entrada e ingresamos al mundo de lo privado,conducidos por cordiales guías, nos dispusimos a dejarnos sorprender y entrar libremente en el juego de espectador partícipe, comprometido, dispuesto a participar en el acto de recepción-creación, como piezas claves para que el evento se produzca.
De esta manera por grupos -menos dos sesiones plenarias- fuimos asistiendo a diferentes escenas, estampas o cuadros, donde el texto lorquiano se había desdibujado no así el clima de tensión que se genera cuando se habla de enclaustramiento, incapacidad del encuentro amoroso, represión del deseo, maternidad frustrada o cómo lo cotidiano o rutinario pueden hacer abortar los impulsos más fecundos. No abundaré en detalles reveladores: nos pidieron recato y prudencia en el contar. Destaco la significativa imagen del programa de mano: un árbol que hunde sus raíces en el humus lorquiano y cuyos frutos son producto de una mirada femenina que transgrede prescripciones, cuestiona fidelidades y desobedece mandatos.
Se agradece, además, que lo último que resuene en nuestros oídos sea la terrible súplica de la heroína trágica con que cierra la obra. Es que la poesía de Federico nos salva. Siempre.