Yolanda Beguier, espectadora.
¿Cómo hacer para representar en escena el fluir del pensamiento? DIEGO ARAMBURO en El preciso instante para no ser amado opta por presentar, no representar. Cuatro actores -tres de ellos músicos-y tres actrices enfrentan al público y, mediatizados por micrófonos, van yuxtaponiendo historias de manera fragmentada, como un rompecabezas que el espectador tendrá que armar. El espacio escénico y lumínico también responden a esa fragmentación. La utilización de tarimas limitan compartimentos estancos donde los actores se estatizan o practican algunos desplazamientos. Se dicen los textos apelando a la recurrencia, a la reiteración, al murmullo, a la superposición, a lo coral,incluyéndose, además, un prolongado silencio. Hay también interludios musicales cantados en inglés. Y uno va recomponiendo -de a poco- las historias, reflejo de las miserias humanas, donde pululan el vacío existencial, el abandono, la soledad, el sexo, la violencia y el miedo. Como espectadora puedo sentirme frustrada en el intento de decodificación inmediata. Y frente a estos desafíos impuestos por el director,quizás experimente la añoranza por "el cuentito" del que nos hablaba el maestro Kartun. Pero percibimos que son las nuevas formas jóvenes de leer y ¿comunicar? la confusa complejidad del instante real.
Adhiramos al adagio latino: VARIETAS DELECTAT.
Agrega Charly:
automaticamente la frase (y la propuesta de Lailoli) me disparó a este sitio
RBR Dance Company - Varietas Delectat - Omaggio a Salieri - Mini Spot
Varietas Delectat
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