Cualquier argentino puede entender cuando se habla de "poner el lomo", es decir, esforzarse, trabajar; y cuando PACO GIMÉNEZ dice "poner el cuerpo -el lomo- a las ideas" puede surgir ese producto llamado LOMODRAMA-un butoh criollo, que, bajo su dirección se presenta en TEATRO LA COCHERA. El neologismo podría taducirse como "Cuerpo en acción" y la referencia a la danza japonesa sería una invitación a reflexionar sobre la recuperación del cuerpo y su lugar en el cosmos. Efectivamente, los actores GRACIELA MENGARELLI y OSCAR ROJO ponen el cuerpo y ocupan todo el espacio escénico con solvencia y precisión. Son cuerpos desnudos, vestidos, travestidos, descarnados, animalizados. Cuerpos que manipulan objetos y cumplen rituales. Cuerpos que hacen oír sus voces en textos contundentes o en pláticas banales. Cuerpos que se dejan envolver por cadencias musicales y van trazando sutiles coreografías. Y mientras, una alusión a los grandes temas de siempre: la vida, la muerte, el amor, el desamor, la soledad, el dolor...
Se dice que la danza butoh te lleva más a sentir que a pensar. Los espectadores de este butoh ciollo fuimos invitados a una fiesta de los sentidos: ver, oír, imaginar texturas varias y embriagarnos con el aroma y sabor evocado de un apetitoso pororó. Una imagen imperdible, la del final: el trío con anteojos negros y petardeo de pochoclo.
Se dice que la danza butoh te lleva más a sentir que a pensar. Los espectadores de este butoh ciollo fuimos invitados a una fiesta de los sentidos: ver, oír, imaginar texturas varias y embriagarnos con el aroma y sabor evocado de un apetitoso pororó. Una imagen imperdible, la del final: el trío con anteojos negros y petardeo de pochoclo.