31.7.11

SUSAN Y LOS LIMONES en TIEMPO DE CELULOIDE

Por
Yolanda Beguier, espectadora

La escena desveló, seguro, a más de uno. Una joven SUSAN SARANDON en el papel de SALLY, frente a la ventana de su departamento, corta un par de limones y frota con ellos sus brazos, su cuello, sus pechos... Mientras, el vecino del frente, un gánster venido a menos llamado LOU ( un BURT LANCASTER maduro ya) la espía con lujuria. Estamos hablando de ATLANTIC CITY (USA, FRANCIA, 1980), uno de los filmes estadounidenses de LOUIS MALLE que refleja la vida en esta ciudad-balneario, centro de placer y juego en la costa oriental de Nueva Jersey. LOU vive de levantar apuestas y le presta servicios de toda índole a GRACE (KATE REID), la viuda de su ex-patrón. SALLLY trabaja en un despacho de pescados y toma clases pues sueña con, algún día, ser croupier en Montecarlo. Está casada con DAVE (ROBERT JOY) un traficante drogadicto que la traiciona con su propia hermana, la bobita CHRISSIE (HOLLIS MACLAREN), que espera un hijo suyo. Denso el panorama, muy del gusto del realizador francés. Corre la droga y el dinero y los asesinatos por venganza y afán de lucro están a la orden del día. Pero, entre tanta sordidez, brilla también una historia de amor: El viejo gánster, gracias a la bella SALLY puede recuperar su autoestima y otras potencialidades. La cinta cierra con la imagen de la implosión del viejo edificio de departamentos y no nos deja ningún mensaje ético. Las criaturas mallenses viven enfrentando la adversidad como pueden. Sin embargo, hay una enseñanza: el jugo de limón es excelente para eliminar el olor a pescado.



El filme es parte del ciclo clásico ofrecido por EUROPA/EUROPA.