8.10.11

Festival de la Familia

Por
Yolanda Beguier, espectadora


Harto es sabido que la problemática familiar es recurrente dentro de muy distintos ámbitos, incluso el artístico. Precisamente, tuve oportunidad de ver en forma sucesiva y en el marco del 8º FESTIVAL INTERNACIONAL TEATRO MERCOSUR 2011 obras que la abordaron. En primer lugar, la Compañía TEATRO EN EL BLANCO de Chile, con DICIEMBRE, presenta una familia en estado reducido. En la Noche de Navidad, en "el mes de las fiestas tristes", dos hermanas mellizas reciben la visita del hermano soldado y se cuestionan si el
joven debe regresar o no al frente de batalla en la frontera norte del país. En realidad, lo que se plantea es la imposibilidad de restaurar las relaciones fraternas y las deudas afectivas hacia un padre ausente. Pero, además,  es evidente que la intención del director y autor GUILLERMO CALDERÓN es profundamente política y alude, en forma metafórica,  a la disolución de la utopía del sueño bolivariano de una Patria Latinoamericana. En segundo lugar, LA FAMILIA ARGENTINA de ALBERTO URE con dirección de CRISTINA BANEGAS, presenta in medias res la violenta relación de una ex pareja -reconocido psiquiatra, él; arquitecta, ella- a causa de un romance. Ocurre que el hombre es ahora el amante de la hija que su ex mujer tenía de un matrimonio anterior. La muchacha, perdidamente enamorada de su padrastro espera un hijo suyo y se enfrenta ferozmente a su madre. Estamos, pues, frente a un clásico de época: la familia disfuncional. Sin embargo, una lectura más atenta nos puede revelar un trasfondo más sórdido: la descomposición de toda una sociedad que en las décadas de los '90, reflejaba el deterioro de un país arrasado, donde la impunidad atravesaba todos los niveles. Trabajos actorales impecables permiten sostener una tensión exasperante y los acertados y oscuros toques de humor alimentan la comicidad trágica de una pieza que, sin ellos, hubiera resultado abrumadora. Por suerte, y en tercer lugar, una brisa refrescante sopló,  allende los mares. La compañía española KULUNKA nos ofreció ANDRÉ Y DORINE. Se trata de la historia de una pareja de viejitos que una vez fueron jóvenes, se amaron, se casaron, tuvieron un hijo, fueron felices y gozaron de la literatura y de la música; pero un día, todo eso se acabó. La enfermedad que devora la memoria y la identidad hace presa de la mujer. Pero hete aquí que el esposo se las ingenia para  reconstruir, a través de la escritura, esa historia de amor que será un legado para su descendencia. El uso de máscaras, la mudez de los personajes, la acertada gesticulación y la dinámica música ambientadora, logran que un tema cruel se presente con decoro y dignidad. Sin escamotear la realidad -durísima- los muchachos de KULUNKA se abstienen de golpes bajos, y nos hablan de la necesidad de "recordar como han amado para seguir amando". Los actos de amor puro y simple no abundan en teatro. Pero que los hay, los hay.
André y Dorine ( ver corto )