24.10.11

VACIOS

Yolanda Beguier (espectadora del vacío)

Así quedamos el domingo ppdo. a la nochecita todos los convocados para ver, precisamente TANGO DEL VACÍO en el ESPACIO CIRULAXIA. A partir de las 20, y para encontrarnos, como habíamos acordado con nuestro profesor, estuvimos en SOROCABANA tres de las integrantes de la ESCUELA DE ESPECTADORES: SUSANA RIVERO, CRISTINA FERNÁNDEZ y la que suscribe. Fue en vana la espera. El joven LUCIANO DELPRATO no dio señales de vida. Avanzada la hora,
decidimos trasladarnos a nuestro destino teatrero. La suerte que es grela quiso que tomáramos un remís, cuyo conductor, inexperto a ojos vista, no tenía ni idea de la existencia del PASAJE PÉREZ, donde se encuentra el bunker de los CIRUS. Después de un gran rodeo en procura de algún puente que nos llevara a la otra margen del Suquía, a tientas, y aplicando una expresión muy frecuente en el vocabulario de mi santa madre:" de zapallazo", dimos con el mentado callejón. Y hete aquí que, nuestro desconcierto, dio cauce a una indescriptible sensación de caída libre hacia la nada cuando nos encontramos con un grupo de compañeros, bastante numeroso, que, a la puerta del local, expresaban su disgusto, malestar, fastidio y alguna otra turbación del ánimo frente a la noticia de que, esa noche, NO HABÍASE PROGRAMADO FUNCIÓN. Desconcierto general. Alguien blandía vigorosamente el programa donde constaba fehacientemente días y horarios de presentación del espectáculo. Y para exacerbar más los ánimos, la noticia de que ,del joven responsable LUCIANO DELPRATO, ni noticias. La persona que, desde la puerta del local ,soportaba estoicamente reclamos e indignaciones, comunicó que, oportunamente, y por vía telefónica se le habría avisado al susodicho profesor la suspensión del evento. No quisimos prolongar más la agonía del vacío existencial que flotaba en el ambiente. El trío sorocabanero decidió continuar el raid en el mismo móvil y emprender el retorno. El hombre, agradecido, nos condujo, sin vacilaciones ya, a terreno más hospitalario e iluminado. Es muy probable que no lleguemos a saber nunca , de qué se trataba la obra de don JOSÉ LUIS ARCE. Pero, les podemos asegurar, que esa noche tuvimos la experiencia del VACÍO. Y sin música.

Sin embargo y para compensar: Pudimos comprobar que tres mujeres reunidas, ejercitando el saludable ejercicio de la conversación, son capaces de llenar cualquier oquedad.